jueves, 2 de junio de 2016

Una resiliencia muy particular en centros de menores

Rastreando por internet sobre Intress, entidad privada gestora del COA, nos hemos encontrado una historia algo surrealista. Según los educadores del Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) Petit Prínce de Santa Coloma de Gramanet, Intress parece tener una curiosa teoría de cómo trabajar la resiliencia en centros de menores. Según la RAE, resiliencia significa: "Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos". En psicología se define capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas.

Esta historia comienza en octubre de 2014 cuando hay una denuncia del Defensor del Pueblo (Síndic de Greuges) contra la entonces directora del CRAE, Elisa Trujillo, por maltrato psicológico, discriminación, negligencia médica y malversación de fondos, entre otros hechos. Por este motivo, la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA) aparta de su cargo en febrero de 2015 a la directora  y a su hermana, Angela Trujillo, responsable de salud del centro. Posteriormente Intress se hace cargo de la gestión de este centro de menores. En esta noticia se informa de las quejas sobre a las hermanas Trujillo.

La cosa se complica cuando Fiscalía decide no presentar querella contra ninguna de las dos. Según informa el Diario Ara, el 26 de febrero de este año Intress informa a los educadores de que Angela Trujillo volverá a trabajar en el centro. El periódico catalán explica que el motivo de su regreso se debe a que DGAIA e Intress no se ponen de acuerdo sobre quien debe pagar la indemnización de Angela Trujillo.

Pero lo sorprendente no es este último desencuentro entre administración pública y entidad gestora, sino la versión de Intress a los educadores sobre la readmisión de Angela Trujillo. Esta noticia del Diario ARA apunta sobre el posible regreso de esta persona: "Ante las quejas de los educadores, Intress admitió que tal vez no era lo mejor para los menores, pero que haría crecer su resiliencia".

Esta argumentación publicada en Diario Ara nos parece suficientemente grave para no permitir que ninguna entidad que la afirme pueda trabajar con menores en protección. Se supone que estos niños llegan a los centros residenciales tras situaciones vitales bastantes duras y problemáticas por lo que necesitan un entorno acogedor, que les permita progresar e ir ordenando su vida. Nos parece de un cinismo mayúsculo y una miseria avariciosa justificar un ahorro de dinero (da igual de administración que de entidad) con el hecho de que un perjuicio en la atención del menor servirá a éste para fortalecerse. Deja bien a las claras que el objetivo económico es lo que prima en administraciones públicas y entidades gestoras. Los niños, de nuevo, silenciados, olvidados.

En esta noticia los educadores del CRAE manifiestan que con la llegada de Intress a este centro: "Las condiciones no han mejorado mucho". Pues en el COA no sólo no han mejorado sino que han empeorado peligrosamente tanto para menores como educadores que les atienden. Suponemos que Intress lo hará por nuestro bien, para que niños y profesionales hagamos crecer nuestra resiliencia. Menos mal que nos le da por aplicar la teoría de la resiliencia del Caballero Negro de los Monthy Python.

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